El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó en el día de ayer la serie estadística de mercado laboral del cuarto trimestre 2018, que permite ensayar algunas conclusiones respecto de la situación del empleo en el nivel nacional en general y en el aglomerado Gran La Plata en particular.
En primer lugar, considerando los 31 conglomerados urbanos, si se compara interanualmente, la tasa de actividad se mantuvo estable pero decreció el empleo en casi 1 punto porcentual. El desempleo aumentó casi 2 puntos y se elevó sensiblemente la proporción de personas ocupadas demandantes de empleo y subocupadas, es decir, aquellas personas que por uno u otro motivo se encuentran empleadas en puestos que no satisfacen sus expectativas.
En el plano local, siguiendo la misma comparación interanual se observan caídas tanto en la tasa de actividad como en la de empleo (algo más de un punto en cada caso) y no se observan variaciones considerables en relación con el desempleo. Si se compara con el trimestre inmediato anterior, es decir, el tercer trimestre 2018, se observa una caída de 2 puntos en la tasa de actividad acompañada por una baja importante del desempleo. Esto podría explicarse por lo que se conoce como “efecto desaliento” por el que muchas personas salen del mercado laboral desalentadas por la falta de oferta, eso hace bajar el desempleo por definición, ya que están desempleadas aquellas personas que buscan activamente trabajo y no aquellas que no lo hacen y se retiran del mercado laboral (evidenciado en la baja en la tasa de actividad).
Es importante destacar que cuando los datos se analizan considerando la variable de género, se concluye que persisten -e incluso se han profundizado- importantes brechas entre varones y mujeres en su participación en el mercado laboral. Esto ocurre tanto al nivel nacional como al local. En primer lugar, a nivel local – aglomerado Gran La Plata-, las brechas en las tasas de actividad y empleo entre varones y mujeres ascienden a algo más de 20 puntos porcentuales. Estas brechas experimentaron un incremento respecto del trimestre anterior de 2018. También se observa que el desempleo afecta de manera desigual a varones y mujeres: mientras que para los varones el indicador es 8.2, para las mujeres es 10.2. Cuando se analizan los datos para los 31 conglomerados urbanos, las tendencias son similares.
Estos sesgos de género, permiten inferir que las mujeres enfrentan serias dificultades para incorporarse y sostenerse en el mercado laboral. Estas dificultades obedecen a múltiples factores de los que se destacan dos:
1. La persistente discriminación por género presente en el mercado laboral, que desalienta la contratación o el ascenso de mujeres en sus empleos en razón de su género, alegando mayores costos laborales, ausentismo e incluso inferioridad de capacidades comparadas con sus pares varones.
2. La desigual distribución de las tareas reproductivas y de cuidado, que recaen principalmente sobre las mujeres y dificultan su inserción en el mercado laboral y obstaculizan la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres, sobre todo en momentos de economía recesiva, en los que son las mujeres las que en general salen del mercado de trabajo remunerado para suplir las tareas de cuidado que no pueden costear en el mercado privado.